3 de julio de 2013

LOS PUERTOS DE RIO FRIO


 



 
 
 
 

Este 28 de junio pasado, he ido a esta ruta de los puertos de RIO FRIO, con mi segundo grupo de montaña, sustituyendo al titular, Antonino Rodriguez Paul.
Como es conocido, mi primer equipo,  es el formado por Alejandro Cobo, Chuchi Cuartas y Babi, grupo que se encuentra en la División de Honor, es decir, excursiones de alta montaña y quien soy titular en él.
El segundo equipo, es el de Vicente, Manolo, Miguel, Florindo, Antonino, que participa en la Segunda B, en excursiones de montaña baja y quienes me han fichado para completar la alineación cuando existen ausencias.
Esta excursión como objetivo era acercarnos a la base de Peña Prieta (2.536 m.) de la Cordillera Cantábrica, que colgadas en los circos septentrionales de esta montaña se encuentran una serie de pequeñas lagunas que forman la alfaguara del río Frío, afluente del Quiviesa. La cabecera del rio Frío, con sus múltiples afluentes, recorre un valle glaciar bien desarrollado y magníficamente conservado, cuya lengua de hielo llegó a alcanzar cerca de 6 kilómetros.
Aquí se encuentran los pastos de montaña a 1.700 m., en un territorio cubierto de nieve durante muchos meses al año y por donde todavía transitan los osos.
La ruta se inicia desde Cucayo (936 m.), que junto a Dobres, son las aldeas más alejadas y elevadas del valle de Cereceda, colgadas de la vertiente norte de la cordillera.
Tras aparcar los coches y enfrente del bar Peña Prieta, enfilamos un camino forestal, únicamente para vehículos autorizados. La pista gira a la derecha y aparece un depósito de aguas, donde debemos ignorar el sendero de la izquierda que desciende hasta el molino en la orilla del rio Frio y si el ramal secundario de la derecha.
Tras unos metros después el camino en ascenso nos lleva a un invernal, para subir hacia a la derecha un fuerte desnivel en zigzags, con otros dos ramales secundarios a la derecha que también desechamos.
Este camino forestal de duro repecho supera un paso entre peñas y en unos  metros cruzamos  la portilla canadiense para encontrarnos con otra bifurcación. Aquí, nos vamos a la izquierda reservando el camino que sube a la derecha, que será el nuestro para el regreso.
El camino desciende entre prados y llegamos a un grupo de cabañas, los Invernales de Ranes, para cruzar el río Frío por un puente de hormigón e internarnos en un bosque de hayas.
La pista se bifurca inmediatamente al entrar en este bosque, para seguir por el ramal de la derecha que asciende a media ladera a cierta altura por encima del río. Recorremos este bosque hasta el Escobal de Tejeda. Nos encontramos con distintos ramales, pero la pista principal y la que debemos andar se reconoce fácilmente, para ir ascendiendo por el camino más marcado.
En esta senda cruzamos un puente de hormigón sobre el arroyo de Valdelaceba y poco después iniciamos el ascenso en zigzags por una pendiente algo más pronunciada, hasta llegar a una zona de escobas.
Tras ganar altura cruzamos otro arroyo donde la pista se bifurca nuevamente, continuando por la derecha para salir del bosque. Seguimos ascendiendo ahora por una pendiente más acusada y en la última curva, antes de que la pista se introduzca en el escobal se encuentra a la izquierda del camino una fuente, a la que una teja sirve de caño, en una hondonada fácil de localizar por el arroyo que brota de ella. Nosotros no la hemos localizado.
A partir de aquí la pista sigue a cierta altura por encima del río, atravesando el Prado del Toro, un terreno cubierto por escobas, pastos y rocas, donde son reconocibles las morrenas glaciares en las cimas de la Cordillera Cantábrica a la izquierda.
Por el recorrido y ya acercando a los Puertos de Rio Frío divisamos una cima de conglomerado negro que se yergue al oeste: Peña Prieta.
Alcanzamos un primer collado donde una portilla canadiense (con barras de hierro en el suelo para que no las traspase el ganado), para encontrarnos ya en los puertos.
Estos Puertos de Río Frío (1.745 m.) y los de Pineda, más meridionales, con una extensa y feraz zona de pastor, aprovechados por los ganaderos de Cantabria y de Palencia.
Desde aquí divisamos Peña Prieta (2.536 m.) al oeste y la sur del Curavacas ya en Montaña Palentina, a la izquierda existe otro collado con una par de construcciones ganaderas, es la choza de Vega la Canal, que delimita la divisoria entre comunidades y a la derecha otra choza y la tenada de Río Frío.
Nosotros giramos hacia la derecha por la nueva pista hacia una alambrada y una portilla canadiense a la orilla del rio Frío. Cruzamos el río por el puente de piedra, resto tal vez de una calzada romana que discurría desde tierras de León por el collado Robadorio y Cubil del Can, a los puertos de Río Frío.
De nuevo en la pista principal dejando a la izquierda el camino al Collado Robadorio y nos dirigimos al norte, pasando una hondonada donde brotan las aguas del arroyo de la Viña. Aquí existen charcas donde hemos podido localizar una rana.
Continuamos hasta llegar a un collado entre el Pico de Zamburria (2107) a la izquierda y la Cumbre del Cordel (1938 m.) a la derecha, con una vista espléndida de los Picos de Europa.
La pista atraviesa el collado, una portilla, y desciende a media ladera rodeado el Pico de la Cohorra (1842 m.), hacia el noreste. Antes de llegar a una marcada loma, la pista se divide en dos ramales, nosotros seguimos el de la derecha que lleva a Barrio.
Observamos el paisaje que tenemos a nuestro alcance tan espectacular, con el Coriscao, Pino Jano, la Viorna, la Cruz de Potes......
Proseguimos por la pista a media ladera y descendemos por una larga loma que se extiende hasta el Pico Casanzo (1630 m.) que vemos al noreste.
La pista atraviesa un bosque y pasa junto al Collado Casanzo (1467 m.), al pie del pico del mismo nombre. Aquí tomamos la senda de la derecha entre hayas y abandonamos la pista que se dirige a Barrio.
Nos encontramos en la vertiente opuesta y en el límite superior de un robledal entre escobas recorridas por trochas del ganado que nos puede despistar. Debemos descender hasta encontrar un sendero que se encuentra algunos metros por debajo del collado, para encontrarlo siguiendo a la izquierda por las sendas marcadas por el ganado entre las escobas que coronan el bosque.
Localizado el camino que atraviesa los prados al pie de la ladera, bajamos por la inclinada pendiente a su encuentro. Por este camino se alcanza la pista del principio de la excursión.
En este último tramo, que comprende desde el Collado hasta llegar a la pista , es fácil de equivocarnos y creemos que al final acertamos con las indicaciones.
Ahora con experiencia, seguramente el camino sería descender directamente desde el Collado por los prados, cogiendo la ladera de la izquierda, con cierto sentido de orientación.
Finalmente terminamos donde el vehículo, tras 7 h. andando y disfrutando con esta espléndida excursión.
Personalmente me gusta la ruta, donde divisamos la majestuosa mole del Curavacas, la impresionante pared de Peña Prieta y por supuesto a lo lejos, los macizos Central y Oriental. Nos hemos quedado con la duda si  el "argayo" de Sebrango, estaba a nuestra vista.
Como decía al principio, hay diferencia en los equipajes de ambos equipos y los de esta excursión me han sorprendido su vestimenta: Vicente (recordando al Banco Santander), Miguel (destacando al grupo de ocio y cultura de montañeros de UGT), Florindo (como racinguista) Lucia (autentica forofa de la roja) y Manolo (con camisa rayada para vestir con corbata).
Les voy a sugerir que compren todos un equipaje único y al ser posible que les patrocinen alguna casa comercial.